Profesionales de la cultura protestan tras año y medio de parón por la covid

Técnicos de distintas profesiones del ámbito de la cultura se han manifestado en Lisboa para demandar al Gobierno que les permita volver al trabajo tras año y medio de parón forzoso debido a la pandemia de coronavirus.

“Olvidados, cancelados, abandonados…”. Estos eran los mensajes que decoraban sus camisetas negras, ilustrando unos sentimientos que se plasmaron también en sus reivindicaciones, exhibidas en la Plaza de los Restauradores, en el centro de Lisboa.

“Los técnicos de la cultura quieren trabajar y el Gobierno no les deja”, explica a Efe Helder Oliveira, técnico de vídeo y participante en la manifestación.

“Hace un año y medio que no tenemos trabajo en Portugal”, denuncia Oliveira, quien incide en que muchos de sus compañeros de profesión tuvieron que abandonarla porque “no conseguían pagar las facturas”.

A pesar de que el Gobierno portugués aprobó un paquete de ayudas destinadas al sector de la cultura, Oliveira considera que no son suficientes.

“Si no fuera por mi jefe, no conseguiría comer porque el Estado no me ha ayudado”, se lamenta, y pide al Gobierno luso que no olvide a la cultura porque “un país sin cultura no es un país, es un país sin identidad”.

La manifestación ha sido organizada por la Asociación Portuguesa de Servicios Técnicos para Eventos (APSTE) y la Asociación de Promotores de Espectáculos, Festivales y Eventos (APEFE).

APSTE elaboró el año pasado un manifiesto en el que expresaba sus reivindicaciones para los trabajadores técnicos de la cultura.

“La industria de los eventos ha sido devastada por los impactos del coronavirus” apunta el manifiesto, que señala que las empresas que componen la asociación suponen más de 1.000 puestos de trabajo directos y 3.000 indirectos.

LA PANDEMIA CIERRA EL TELÓN

Según el texto, el sector de la cultura en Portugal facturó en 2019 más de 100 millones de euros.

Durante los meses de pandemia, el sector cultural ha sido uno de los que más ha sufrido las restricciones, que se han traducido en limitaciones de aforo, cierres de salas, escasez de nuevas proyecciones y la cancelación masiva de eventos como los grandes festivales musicales.

Todo esto ha llevado, a pesar de las ayudas del Gobierno luso, a que la APSTE continúe manifestándose para pedir que se reanude el trabajo en el sector.

“El Gobierno no considera a los trabajadores de la cultura y da preferencia a otros sectores como el turismo”, denuncia Oliveira.

EFE